Del beneficio de la duda a la sospecha corrosiva

Ya le había pedido a Dios me otorgara el beneficio; que mantuviera suspendidos mis pensamientos y no los dejara aterrizar mientras en mi venas circulara sangre cálida, que me ayudara a seguir indeterminado, siempre pensando, analizando; que me permitiera someter todo acto a una rigurosa validación, como juicio corrosivo. Al desatar argumentos no había de otra que persistir en la súplica. No habría caso de pedir talcosa si en mis adentros no se me hubiese clavo sospechas, un solo hecho fuera de lo que para mí puede ser calificado como normal, concebible, aceptado; que de otro modo dejarían a mi inquieto pensamiento libre de suspensión. He pensado que estas sospechas bien podrían venir de mí espontanea imaginación, pero que triste me pone el estar seguro que en esta realidad, en mi pensamientos nada nace de la nada, no entiendo por qué abrir puertas a la par, dar riendas sueltas a desvariar sin un motivo, o por lo menos algo parecido, una chispa, un indicio.

En busca de un consuelo, se me ha dado a comprender mi preocupación, preocupación que no es la de sufrir por el traslado ilícito de un cariño que hacia mío, sino, la misma acción sin sinceridad alguna, es decir, lo que para mí sería funesto fuera una total, llana y completa falta de coraje para poner en evidencia la presunta falta. Que ya no se me quiera, que sus sentimientos hacia mi cambien, que ya su corazón no lata al compás de mío, que nuestra miradas ya no sean al mismo punto, que ya no quisiera ser mía, esos no serían los motivos de mi preocupación, que todo sea ficticio, sí.

Sufro de celotipia, pero ya me estoy cansando de ello, lo dejaría sin pensarlo más, pero cuando realmente me lo propongo aparece una nueva sospecha, algo que me hace despertar nuevamente tan incómoda desconfianza, que me hace sentir tonto por todos los lados, tonto por estar dudando de un amor que sé que existe y tonto por no hacerlo. Todo para sentirme luego como utilidad, con renta a beneficio de otro, por eso es que ya no quiero seguir en estas, pero estoy completamente seguro que eso no va a pasar. Quisiera que eso cambiara, por lo que ahora cambio mi suplica a DIOS por esta “déjame ver más allá de mis sospechas, permíteme corroborarlas, no me dejes solo con el beneficio de la duda”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Texto argumentativo sobre la responsabilidad, ejemplo, primaria.

Jamás lo pensé